Este Miércoles 31, Julio Pino se presentará en el Centro Cultural Amanda ( Embajador Doussinague, Santiago, Chile ) . El show se realizará a las 22:00 hrs , Donde lanzará el vídeo clip de su más reciente single "Los Muertos Celebrando" . Puede reservar y comprar las entradas en https://welcu.com/amanda/julio-pino-31-de-julio (PREVETA A LAS 20:30 HRS A $4.000) , Toda la información en http://www.amanda.cl/
Matias Oviedo en Gala "Barrio Universitario"
La noche de este viernes, Primer Plano realizó la gala del estreno de la película nacional Barrio Universitario. Por la alfombra roja desfilaron los rostros más importantes de la televisión chilena
Se espera el Clip de Los Muertos Celebrando
Se anunció la grabación del videoclip del single "Los Muertos Celebrando" y se espera verlo muy pronto. Hágase una idea
Fotos de Claudia Ulloa
Actualmente Pablo Saavedra
Matías Oviedo actualmente es Pablo Saavedra en "Dos por uno " , un kinesiólogo que escapa de Rancagua en busca de nuevas oportunidades y de independencia. Se ve involucrado en las dificultades típicas de la vida y encuentra el amor donde menos se lo esperaba.
Avant Premiere de la nueva película de Ernesto Díaz
Al evento, llevado a cabo en el Cine Hoyts de La Reina, asistió todo el elenco de la película, liderado por Fernanda Urrejola y Matias Oviedo, además de decenas de figuras del espectáculo local, como la modelo Trinidad de la Noi, la actriz Sofia García, el artista marcial y actor Marko Zaror y Josefina Montané, entre muchos otros.
La nueva cinta de Ernesto Díaz Espinoza viene precedida de excelentes críticas en el Festival de Cine de Buenos Aires, en el que además se presentó una retrospectiva de la obra del realizador nacional con todas las funciones agotadas.
Protagonizada por Fernanda Urrejola, Matias Oviedo y Jorge Alis, "Tráiganme la cabeza de la Mujer Metralleta" narra, en clave exploitation, los intentos desesperados de un ingenuo DJ por capturar - viva o muerta - a la ex pareja de su jefe, un mafioso local.
"Tráiganme la cabeza de la Mujer Metralleta" se estrenó en los cines nacionales el 23 de Mayo.
La nueva cinta de Ernesto Díaz Espinoza viene precedida de excelentes críticas en el Festival de Cine de Buenos Aires, en el que además se presentó una retrospectiva de la obra del realizador nacional con todas las funciones agotadas.
Protagonizada por Fernanda Urrejola, Matias Oviedo y Jorge Alis, "Tráiganme la cabeza de la Mujer Metralleta" narra, en clave exploitation, los intentos desesperados de un ingenuo DJ por capturar - viva o muerta - a la ex pareja de su jefe, un mafioso local.
"Tráiganme la cabeza de la Mujer Metralleta" se estrenó en los cines nacionales el 23 de Mayo.
Matías Oviedo
El asunto sería así: él compondría las canciones y las cantaría, pero diría que las había escrito Julio Pino, un tipo imaginario. Con el tiempo decidió que para cantar con soltura necesitaba interpretar un personaje, y como Julio Pino ya 'existía' tomó ese mismo nombre. Luego convocó a varios amigos para tocar en vivo y ahora todos son Julio Pino. Su tercer disco se llama De Paseo.
Recuerdo que la primera canción que escribí tenía que ver con una noticia: un tipo había matado a otro porque le había robado una pala y una picota. Yo tenía 12 o 13 años y me llamó mucho la atención el fenómeno de la muerte por algo tan simple. El coro de la canción decía "nadie cree en nadie... Era bien terrible".
"El tercer disco se llama De Paseo, porque es como si Julio Pino paseara por diversos ritmos latinos. Hay un bolerito, una canción que tiene algo de cumbia, otra de huayno y también otras más pop".
"He tratado de llevar la música hacia un plano más teatral con el personaje de Julio Pino. Cuando estoy en el escenario me acomoda mucho más interpretar a una persona que va más allá de mí, porque al cantar con tu guitarra al frente de un público eres solo eso: tú cantando ante un público".
"Descubrí la música bastante antes que el teatro, porque mi mamá me regaló una guitarra cuando tenía 12 o 13 años. En ese tiempo me atraían mucho las letras de Robert Smith y de Morrissey. Ellos hacían un tipo de poesía y fueron un pretexto para empezar a escribir".
“Hace algunos años, cuando tocaba en otras bandas, me daba vergüenza decir que las canciones eran mías, entonces inventé que tenía este amigo que me las escribía, y que se llamaba Julio Pino. Si la gente las encontraba buenas, yo seguía diciendo que eran de Julio Pino”.
“Al tener una banda más estable me he puesto más permeable a las influencias de los integrantes del grupo: el bajo de Eduardo ‘Negro’ Silva, las percusiones de Felipe Hurtado, los teclados de Rolando Álvarez, la guitarra de Álvaro Zambrano y la batería de Sergio Carlini. Ellos le imprimieron ese ritmo más latino al disco De Paseo”.
“En mi personaje de Julio Pino voy contando las canciones como si fueran un cuento. Julio Pino es un Juan Pérez, un tipo absolutamente normal, que se ve envuelto en distintas situaciones. Es un antihéroe”.
http://mujer.latercera.cl
Recuerdo que la primera canción que escribí tenía que ver con una noticia: un tipo había matado a otro porque le había robado una pala y una picota. Yo tenía 12 o 13 años y me llamó mucho la atención el fenómeno de la muerte por algo tan simple. El coro de la canción decía "nadie cree en nadie... Era bien terrible".
"El tercer disco se llama De Paseo, porque es como si Julio Pino paseara por diversos ritmos latinos. Hay un bolerito, una canción que tiene algo de cumbia, otra de huayno y también otras más pop".
"He tratado de llevar la música hacia un plano más teatral con el personaje de Julio Pino. Cuando estoy en el escenario me acomoda mucho más interpretar a una persona que va más allá de mí, porque al cantar con tu guitarra al frente de un público eres solo eso: tú cantando ante un público".
"Descubrí la música bastante antes que el teatro, porque mi mamá me regaló una guitarra cuando tenía 12 o 13 años. En ese tiempo me atraían mucho las letras de Robert Smith y de Morrissey. Ellos hacían un tipo de poesía y fueron un pretexto para empezar a escribir".
“Hace algunos años, cuando tocaba en otras bandas, me daba vergüenza decir que las canciones eran mías, entonces inventé que tenía este amigo que me las escribía, y que se llamaba Julio Pino. Si la gente las encontraba buenas, yo seguía diciendo que eran de Julio Pino”.
“Al tener una banda más estable me he puesto más permeable a las influencias de los integrantes del grupo: el bajo de Eduardo ‘Negro’ Silva, las percusiones de Felipe Hurtado, los teclados de Rolando Álvarez, la guitarra de Álvaro Zambrano y la batería de Sergio Carlini. Ellos le imprimieron ese ritmo más latino al disco De Paseo”.
“En mi personaje de Julio Pino voy contando las canciones como si fueran un cuento. Julio Pino es un Juan Pérez, un tipo absolutamente normal, que se ve envuelto en distintas situaciones. Es un antihéroe”.
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Matías Oviedo: “Hay días en que me siento guapo, otros no”
Con simpatía, el joven actor que se hizo famoso en la teleserie “16” nos cuenta cómo se mantiene en buena forma y de lo que influye el físico en su carrera.
Con una sonrisa envidiable, y un poco nervioso por la sesión de fotos que le propusimos, Matías Oviedo llega a este encuentro con “Cosas”. Los rayos del sol no abandonan los jardines del Hotel Hyatt, y el cambio de estación parece no afectar el clima agradablemente templado que se mantiene dentro de sus nstalaciones. Con simpatía y bien dispuesto responde preguntas que, en general, a los hombres le incomodan un poco. Así nos demuestra que se maneja bien con su lado más emotivo, el mismo que le permite ser uno de los galanes jóvenes preferidos en la televisión.
Tiene 33 años, ha participado en 14 teleseries y ocho películas, en las que ha robado más de un suspiro por su modo sencillo y honesto de interpretar sus personajes. Tanto como héroe o villano, Matías no se limita a la hora de escoger sus personajes y piensa que, en estos años, ha superado el riesgo más grande a la hora de trabajar en televisión. “El costo está en que te encasillen en un estereotipo, y eso es perjudicial al momento de recibir papeles ya sea en el cine o en la tele. No me ha sucedido, aunque obviamente uno siempre está en el rango de lo que es: joven. En el caso de ‘Dos por uno’ en la que estoy ahora, soy el galán joven; no me van a dar el papel del viejo que vende cigarros en la esquina, no tiene sentido. Pero si me quieren ver como el viejo de los cigarros igual lo hago”, comenta mientras sonríe, cómplice.
En “Dos por Uno” interpreta a Pablo Saavedra, un kinesiólogo que escapa de Rancagua en busca de nuevas oportunidades y de independencia. Se ve involucrado en las dificultades típicas de la vida y encuentra el amor donde menos se lo esperaba.
Verse bien
–¿Te consideras guapo?
–A veces sí y a veces no. Existen días en que te despiertas y te consideras guapo, y otros en los que simplemente piensas que no lo eres. Está relacionado directamente con el estado de ánimo.
–Dentro de este estado de ánimo, ¿qué aspectos condicionan el hecho de que te veas bien o mal?
–A veces me miro, al pasar, en los vidrios de los autos para verme el pelo. Eso podría ser una fijación, nunca me ha gustado mucho el pelo que tengo.
–¿En qué te gustaría mejorarlo?
–Nunca me lo he planteado, pero claramente el que tengo no me gusta mucho. No te sabría decir cómo cambiarlo, pero al mirarme al espejo en lo primero que me fijo es en mi pelo. No me miro los ojos ni la boca, sino que el pelo.
–¿Existe otro aspecto que te gustaría cambiar de tu anatomía?
–Me encantaría ser un poco más alto. Soy como de porte estándar. Tampoco me quejo, pero tener unos centímetros más no me vendría nada de mal.
–¿Cuáles son, a tu juicio, los atributos físicos que más te sirven para seducir?
–Las “margaritas”, cuando me río. Eso, al menos, es lo que más me han dicho y recalcado a lo largo de los años. Y la espontaneidad, supongo. Creo que ser uno mismo siempre suma.
–¿En el canal te exigen mantenerte en un cierto estado físico?
–No. Eso es responsabilidad de cada uno.
–¿Y si te aparece alguna mancha en la cara o subes de peso?
–Bueno, mala suerte. Me trato de cuidar lo más posible: me pongo bloqueador solar para que no me aparezcan manchas, entre otras cosas. Como actor, yo trabajo con mi cuerpo, por lo que me tengo que cuidar de todas maneras.
–¿Te aplicas alguna crema de noche o algo por el estilo?
–No, eso no; pero sí trato de cuidarme la cara y el cuerpo. Cualquier parte que falle puede condicionar mi futuro en el plano profesional.
El deporte y la música
Más allá de sus intereses actorales y de su aspiración de convertirse en director de teatro algún día, Matías conserva su amor por la música, pasión que lo llevó a estudiar teatro y música en forma conjunta, y se especializó en contrabajo. “Elegí el teatro por sobre la música en forma natural. El estudio de la música es bastante solitario, y creo que teatro me gusta mucho por las dinámicas de grupo, el hecho de trabajar con más gente para sacar un proyecto adelante”.
Quizás su interés por el deporte, sea el aspecto menos conocido en Matías Oviedo, aunque también está relacionado con su voluntad por mantenerse saludable para su trabajo de actor.
–¿Qué haces para mantenerte en forma?
–Corro. No es que sea un corredor empedernido, pero salgo a correr lo más que puedo.
–¿Trotadora o al aire libre?
–Al aire libre.
–¿Te consideras deportista?
–Sí, aunque cuando era chico era más futbolista y más deportista. Ahora lo hago para mantenerme activo, pero no soy tan asiduo al deporte. La verdad derivo mi tiempo libre a otras cosas.
–¿Te gustaría tener un súper poder?
–La teletransportación, para poder estar en un lugar y al instante siguiente en otro.
–¿Sientes que te falta el tiempo?
–Siempre falta el tiempo. También hay muchas cosas que uno quiere hacer y a veces no puede, por muchas razones. El deporte siempre se va aplazando dentro de esas actividades.
–Cuando corres, ¿cuáles canciones no pueden faltar en tu setlist?
–Ultimamente he estado escuchando radio, porque me entretienen las conversaciones y me voy olvidando de que estoy corriendo. Me concentro en esos diálogos, en alguna entrevista. La música trato de que sea más rockera.
–¿Quiénes te gustan?
–The Cure. Hay una banda que me gusta mucho que se llama Aterciopelados, es colombiana. Café Tacuba. Con ese tipo de bandas he estado pegado últimamente.
–Entonces eres medio rockero, pero con el ritmo latino pegado en las venas.
–Cuando digo rockero no significa que sea muy rockero. Me gusta la música en un amplio sentido de la palabra, te confieso que escucho más pop.
–¿Justin Bieber? –
- (Risas) No, no tanto.
–¿Algo así como Jennifer Hudson?
–Sí, puede ser. Pero más pop latinoamericano. Me gusta harto Juanes, pero Café Tacuba es mi favorito, y últimamente he estado bien pegado con Aterciopelados. Otro estilo que me gusta mucho es el Brit Pop, The Cure, The Smiths, ese tipo de grupos.
http://www.cosas.com
–¿Algo así como Jennifer Hudson?
–Sí, puede ser. Pero más pop latinoamericano. Me gusta harto Juanes, pero Café Tacuba es mi favorito, y últimamente he estado bien pegado con Aterciopelados. Otro estilo que me gusta mucho es el Brit Pop, The Cure, The Smiths, ese tipo de grupos.
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Matías Oviedo: La música me llevó a la parte artística
Yo trabajo en la tele, porque de eso vivo, me entretiene, lo encuentro una pega la raja, pero si fuera por mí tocaría y haría teatro nomás, que es más interesante. El teatro a mí me gusta y siempre estoy tratando de estar en el teatro, la tele si bien es otro formato que también me gusta, lo encuentro entrete, pero si pudiera prescindir de él, lo haría.
Matías Oviedo es músico y actor, y aunque su rostro se ha hecho más reconocible por los trabajos que ha realizado en televisión, desde niño Matías cultiva la que es tal vez su gran pasión, la música, a la que da forma y vida a través de su proyecto de “banda solista” bautizada con el nombre de Julio Pino, una especie de alter ego en el que desarrolla su lado más íntimo y personal a través de composiciones propias, en las que explora la fusión entre el Pop y la música Latinoamericana.
¿Julio Pino es un personaje con historias, amores y sueños propios, o es Matías Oviedo con sus historias, sus sueños y sus amores, pero con otro nombre?
Creo que sí, es eso un poco, creo que es como la deformación de actor, también de traspasar las cosas de uno a un personaje, como yo vengo de ese lado, traté de hacer de Julio Pino un personaje al que le pasan las cosas o el que sufre o el que lo pasa bien, no ser directamente yo en ese sentido. Me nace eso, no ponerme a mí en primera plana, sino a este personaje Julio Pino, como identidad, y yo como Matías Oviedo quedarme detrás, que sea este personaje el que en el fondo hable por mí.
Eso obedece a un poco de pudor tal vez…
Sí, más que nada es eso, de hecho Julio Pino nació (el nombre) cuando yo era más chico, hacía canciones y me daba vergüenza decir que eran mías, entonces yo decía que eran de un amigo que se llamaba Julio Pino. Al final junté un montón de canciones y ya era Julio Pino.
¿A qué edad empezaste a hacer tus primeras canciones?
De chico, empecé a tocar guitarra como a los doce años, a los quince ya tenía un grupo y hacía canciones.
Entonces eres primero músico que actor.
Sí, de hecho yo soy actor como de casualidad un poco, porque entré a estudiar a la Católica y entré a estudiar música.
Estuviste un año ahí…
Estuve un año estudiando contrabajo y entré a estudiar las dos cosas al mismo tiempo, entré a estudiar música y dije “pucha, voy a entrar a estudiar otra cosa también”, hice las pruebas en teatro, quedé y de ahí me atrapó el teatro, fue la vida que me llevó hacia allá, en principio entré a estudiar música y después a teatro porque tenía que estudiar una segunda carrera nomás, como de tontera, de presión social quizás.
¿Por qué abandonaste los estudios de música?
Lo que pasa es que entré a estudiar contrabajo y el estudio de intérprete es bien solitario y el teatro es todo lo contrario, súper colectivo, y eso fue lo que a mí me llamó la atención de trabajar con un equipo, con gente, más que estar todo el día encerrado en la pieza estudiando el contrabajo, fue una decisión súper natural y no podía hacer las dos cosas al mismo tiempo tampoco, era mucho. Entonces dije“me quedo con el teatro”, y con la música me empecé a dedicar más popularmente, en esa primera etapa era siempre el que musicalizaba los ejercicios, los exámenes y esa onda.
Con un pasado musical en la banda Bobo, ahora tú presentas a Julio Pino como tu banda solista.
Sí, Bobo era más una banda compartida con la Elvira López, la de Pink Milk, que ahora tiene un grupo que se llama ELO, el grupo (Bobo) era de ella, yo entré, después fuimos pareja por mucho tiempo y el grupo empezó a ser como de los dos, ella cantaba, yo tocaba bajo, después empecé a tocar guitarra y hacíamos canciones juntos. Ella tenía un montón de canciones, yo empecé a meterme ahí, pero Julio Pino son mis propias canciones, es un como un proyecto que lo llevo adelante yo nomás.
En las composiciones ¿interviene el resto de la banda o tú te encargas de todo?
La letra y la música son mías, la banda igual sí interviene en los arreglos más que nada, yo hago la canción, la grabo en mi casa, el bajo, la guitarra, algunas cositas y después el bajista le hace una buena línea de bajo y cada uno se mete en su instrumento porque lo domina, pero claro, las ideas musicales y las canciones son todas mías.
Con padre Ingeniero Comercial y madre Educadora de Párvulo, ¿de quién heredaste o de dónde viene tu inclinación por la música y la actuación? No es familiar…
No, no es familiar ni pa’trás, y no sé cómo surge en realidad, fue súper espontáneo de interesarme en la música. La música me llevó a la parte artística. El hermano de mi mamá me llevó desde chico a los primeros recitales que se empezaron a hacer en Chile, yo ví a Metallica el 93, vi a Guns ‘n’ Roses el 92, él (su tío) era súper metido en la onda roquera y me regalaba cassettes y ahí me empecé a meter.
Y antes de estudiar Música jugaste en la Universidad Católica y tuviste de compañero de equipo a Milovan Mirosevic y Patricio Ormazábal. ¿Tampoco iba por ahí tu futuro?
Jugué en la Católica cuando más chico en realidad, como desde los 11 años hasta los quince, por ahí.
¿Pensaste seguir en el fútbol?
A esa edad sí, a los 12 años todos queríamos ser futbolistas (risas) y de hecho yo estaba ahí, entrenaba, pero después a los 14-15 años empecé a cachar que para ser futbolista y meterte en el rollo tenís que tener súper harta vocación, como ser atleta de alto rendimiento, tienes que entrenar todos los días, todo el rato y no era lo mío. Y en esa etapa también empecé a cachar que no era tan bueno y ya llegar hasta arriba iba a ser un desafío muy grande, en esa etapa ya estaba tocando guitarra.
¿Te quedó la afición por el fútbol?
Sí, soy futbolero hasta el día de hoy.
¿De la Cato?
No, soy del Colo-Colo, y cuando jugaba en la Católica siempre fui del Colo, yo jugaba en la Católica porque mi hermano, que era más futbolista que yo, jugaba en la Católica, él me llevó.
Del rigor que te ha dado el teatro, ¿qué puedes rescatar para incorporarlo dentro de tu música?
En el fondo, es como que el trabajo te va a dar resultados, eso se aprende harto en el teatro, de que nadie te da nada, o sea es uno el que está en el escenario y si no te defendís tú, no te defiende nadie y eso se logra a través de trabajo, ensayo, ensayo, ensayo, y eso también pasa con la música, creo, quizás como toda disciplina artística. En el teatro esa disciplina se ve harto, me ha servido para la música, y la perseverancia, que uno ya lleva harto rato y espera que la cosa sea más masiva de lo que es, y no lo es, y uno se desanima, pero hay que seguir dándole, porque como te decía antes, es mi proyecto personal, no hay un objetivo de hacerme rico con esto, o hacerme famoso, es simplemente poder cantar mis canciones y expresarme. Yo trabajo en la tele, porque de eso vivo, me entretiene, encuentro una pega entretenida, la raja, pero si fuera por mí tocaría y haría teatro nomás, que es más interesante. El teatro a mí me gusta y siempre estoy tratando de estar en el teatro, la tele si bien es otro formato que también me gusta, lo encuentro entrete, pero si pudiera prescindir de él, lo haría.
Cuando hay músicos que vienen desde el mundo de la televisión, se les exige más… Se me ocurre en este momento a Sergio Lagos, por ejemplo.
Yo creo que hay un prejuicio también, hay un prejuicio en el sentido como que hay muchos músicos que llevan mucho tiempo haciendo esto y creen que pa’ uno es súper fácil porque sale en la tele, y es un prejuicio, porque de hecho para mí no fue nada de fácil, no te voy a decir que ha sido más difícil, pero ha sido igual que cualquier cabro que agarra su banda y está tocando, no porque salga en la tele me van a invitar al Festival de Viña, no, al contrario, estoy tocando en los locales donde se toca, estoy tocando puertas pa’ que te pesquen, en ese sentido yo creo que sí es un prejuicio y yo trato de combatir ese prejuicio con trabajo y perseverancia. Si el tipo que pensó eso cuando saqué mi primer disco, después saqué otro y saqué otro, y pienso sacar más todavía. Mi técnica para callar ese prejuicio es ser súper honesto también y dedicarme a lo que yo me quiero dedicar, sin desviarme por esas opiniones.
Tu nombre sonó durante un tiempo para interpretar a Miguel Tapia en la película Los Prisioneros, ¿qué pasó en el camino?
Envejecimos poh (risas), pasó ene tiempo desde que el Matías Cruz hizo el proyecto. Este proyecto yo creo que el Matías lo tiene desde el 2004 o el 2005 por ahí, yo estaba empezando a hacer tele el año 2003 y creo que el año 2004 me debe haber llamado para este proyecto donde yo iba a ser Miguel Tapia, el Héctor Morales iba a ser Jorge González y el Eduardo Pacheco iba a ser Narea, pero se demoró mucho todo, entonces pasaron no sé, tres años, y ya uno no estaba para ponerse uniforme, porque la película iba sobre la prehistoria de Los Prisioneros, entonces no daba y Matías decidió hacerlo con actores más desconocidos, más chicos, que dieran más con el casting y nosotros lo apoyamos en eso, porque yo feliz lo hubiera hecho, pero por plata, por tiempo, por muchas cosas los proyectos en cine en general se demoran harto tiempo en realizarse, entonces ya se nos pasó la vieja (risas)
Con Julio Pino lanzaste el disco De Paseo el 2012, ¿cuáles son las proyecciones que tienes para este año con la banda?
La idea este año sería tocar, básicamente tocar, mostrar el disco, tocar en todas las partes que se pueda y darnos a conocer como banda, que la gente reconozca a la banda más que a uno, que conozca las canciones, lo que más queremos es tocar lo que más se pueda en todas partes.
Dentro de las telenovelas en las que has trabajado, hay una donde eras miembro de una banda, en esa banda estaba también el Mario Horton, ¿qué recuerdos tiene de esa época y esa banda?
Floribella era eso, yo era baterista de la banda, igual era chico y era entretenido también, no soy baterista pero hago un ritmito por lo menos, nos entreteníamos, pero era súper mula también, yo me reía, Mario Horton no había tomado una guitarra en su vida y era el guitarrista…
Ahora hace topless…
Sí (risas), ahora es vedetto, nada, yo me entretenía, yo tocaba ahí, pero no requería de gran despliegue escénico, sino más que nada hacer el mono nomás y todo eso, yo lo pasaba bien porque era entretenido estar en la batería, mientras teníamos que esperar agarraba el bajo y me quedaba ahí, era como chori tener elset armado, pero más allá de eso era el monito nomás.
Hace un rato mencionaste que de niño fuiste a los conciertos de Metallica y Guns ‘n’ Roses, ¿Qué música escuchas ahora?
Últimamente he estado más abierto a lo latino, a lo latinoamericano, las percusiones, distintos ritmos, ahora está bien de moda la cumbia y todo eso, pero hay cosas que van más allá de la cumbia, hay miles de ritmos que hay en Latinoamérica. Nuestro baterista era el percusionista de los Difuntos Correa, el percusionista nuestro era el baterista de los Pata ‘e Cumbia, el disco lo produjo el Nico Torres que es de Silvestre, entonces hay harta influencia como latina que a mí siempre me ha gustado. Siempre he sido fanático de Los Jaivas, Café Tacvba, ahora me llega, antes lo escuchaba, rico y todo, pero no llegaba a transportarlo a una canción, era siempre más Pop.
En el disco De Paseo se percibe esa influencia latinoamericana, hay un trabajo rico en percusiones…
Sí, está bueno porque nos tomamos más en serio esto de tener baterista y percusionista, creo que marca el sonido del grupo, o queremos que lo haga, y también fue un aporte del Nico Torres en recalcarlo. Parte del sonido de Julio Pino es este Pop con percusiones y elementos latinos.
¿Algún referente musical actual?
Últimamente le he estado poniendo oreja -hablando de Pop, porque yo soy Pop, digamos, para componer- a Juanes, que lo descubrí hace poco, últimamente me he puesto a escuchar y es rico lo que él hace, porque es como un Pop que tiene un saborcito, le he encontrado harta gracia, bueno por algo es reconocido mundialmente, es bien capo.
http://www.absentamusical.com
Sí, de hecho yo soy actor como de casualidad un poco, porque entré a estudiar a la Católica y entré a estudiar música.
Estuviste un año ahí…
Estuve un año estudiando contrabajo y entré a estudiar las dos cosas al mismo tiempo, entré a estudiar música y dije “pucha, voy a entrar a estudiar otra cosa también”, hice las pruebas en teatro, quedé y de ahí me atrapó el teatro, fue la vida que me llevó hacia allá, en principio entré a estudiar música y después a teatro porque tenía que estudiar una segunda carrera nomás, como de tontera, de presión social quizás.
¿Por qué abandonaste los estudios de música?
Lo que pasa es que entré a estudiar contrabajo y el estudio de intérprete es bien solitario y el teatro es todo lo contrario, súper colectivo, y eso fue lo que a mí me llamó la atención de trabajar con un equipo, con gente, más que estar todo el día encerrado en la pieza estudiando el contrabajo, fue una decisión súper natural y no podía hacer las dos cosas al mismo tiempo tampoco, era mucho. Entonces dije“me quedo con el teatro”, y con la música me empecé a dedicar más popularmente, en esa primera etapa era siempre el que musicalizaba los ejercicios, los exámenes y esa onda.
Con un pasado musical en la banda Bobo, ahora tú presentas a Julio Pino como tu banda solista.
Sí, Bobo era más una banda compartida con la Elvira López, la de Pink Milk, que ahora tiene un grupo que se llama ELO, el grupo (Bobo) era de ella, yo entré, después fuimos pareja por mucho tiempo y el grupo empezó a ser como de los dos, ella cantaba, yo tocaba bajo, después empecé a tocar guitarra y hacíamos canciones juntos. Ella tenía un montón de canciones, yo empecé a meterme ahí, pero Julio Pino son mis propias canciones, es un como un proyecto que lo llevo adelante yo nomás.
En las composiciones ¿interviene el resto de la banda o tú te encargas de todo?
La letra y la música son mías, la banda igual sí interviene en los arreglos más que nada, yo hago la canción, la grabo en mi casa, el bajo, la guitarra, algunas cositas y después el bajista le hace una buena línea de bajo y cada uno se mete en su instrumento porque lo domina, pero claro, las ideas musicales y las canciones son todas mías.
Con padre Ingeniero Comercial y madre Educadora de Párvulo, ¿de quién heredaste o de dónde viene tu inclinación por la música y la actuación? No es familiar…
No, no es familiar ni pa’trás, y no sé cómo surge en realidad, fue súper espontáneo de interesarme en la música. La música me llevó a la parte artística. El hermano de mi mamá me llevó desde chico a los primeros recitales que se empezaron a hacer en Chile, yo ví a Metallica el 93, vi a Guns ‘n’ Roses el 92, él (su tío) era súper metido en la onda roquera y me regalaba cassettes y ahí me empecé a meter.
Y antes de estudiar Música jugaste en la Universidad Católica y tuviste de compañero de equipo a Milovan Mirosevic y Patricio Ormazábal. ¿Tampoco iba por ahí tu futuro?
Jugué en la Católica cuando más chico en realidad, como desde los 11 años hasta los quince, por ahí.
¿Pensaste seguir en el fútbol?
A esa edad sí, a los 12 años todos queríamos ser futbolistas (risas) y de hecho yo estaba ahí, entrenaba, pero después a los 14-15 años empecé a cachar que para ser futbolista y meterte en el rollo tenís que tener súper harta vocación, como ser atleta de alto rendimiento, tienes que entrenar todos los días, todo el rato y no era lo mío. Y en esa etapa también empecé a cachar que no era tan bueno y ya llegar hasta arriba iba a ser un desafío muy grande, en esa etapa ya estaba tocando guitarra.
¿Te quedó la afición por el fútbol?
Sí, soy futbolero hasta el día de hoy.
¿De la Cato?
No, soy del Colo-Colo, y cuando jugaba en la Católica siempre fui del Colo, yo jugaba en la Católica porque mi hermano, que era más futbolista que yo, jugaba en la Católica, él me llevó.
Del rigor que te ha dado el teatro, ¿qué puedes rescatar para incorporarlo dentro de tu música?
En el fondo, es como que el trabajo te va a dar resultados, eso se aprende harto en el teatro, de que nadie te da nada, o sea es uno el que está en el escenario y si no te defendís tú, no te defiende nadie y eso se logra a través de trabajo, ensayo, ensayo, ensayo, y eso también pasa con la música, creo, quizás como toda disciplina artística. En el teatro esa disciplina se ve harto, me ha servido para la música, y la perseverancia, que uno ya lleva harto rato y espera que la cosa sea más masiva de lo que es, y no lo es, y uno se desanima, pero hay que seguir dándole, porque como te decía antes, es mi proyecto personal, no hay un objetivo de hacerme rico con esto, o hacerme famoso, es simplemente poder cantar mis canciones y expresarme. Yo trabajo en la tele, porque de eso vivo, me entretiene, encuentro una pega entretenida, la raja, pero si fuera por mí tocaría y haría teatro nomás, que es más interesante. El teatro a mí me gusta y siempre estoy tratando de estar en el teatro, la tele si bien es otro formato que también me gusta, lo encuentro entrete, pero si pudiera prescindir de él, lo haría.
Cuando hay músicos que vienen desde el mundo de la televisión, se les exige más… Se me ocurre en este momento a Sergio Lagos, por ejemplo.
Yo creo que hay un prejuicio también, hay un prejuicio en el sentido como que hay muchos músicos que llevan mucho tiempo haciendo esto y creen que pa’ uno es súper fácil porque sale en la tele, y es un prejuicio, porque de hecho para mí no fue nada de fácil, no te voy a decir que ha sido más difícil, pero ha sido igual que cualquier cabro que agarra su banda y está tocando, no porque salga en la tele me van a invitar al Festival de Viña, no, al contrario, estoy tocando en los locales donde se toca, estoy tocando puertas pa’ que te pesquen, en ese sentido yo creo que sí es un prejuicio y yo trato de combatir ese prejuicio con trabajo y perseverancia. Si el tipo que pensó eso cuando saqué mi primer disco, después saqué otro y saqué otro, y pienso sacar más todavía. Mi técnica para callar ese prejuicio es ser súper honesto también y dedicarme a lo que yo me quiero dedicar, sin desviarme por esas opiniones.
Tu nombre sonó durante un tiempo para interpretar a Miguel Tapia en la película Los Prisioneros, ¿qué pasó en el camino?
Envejecimos poh (risas), pasó ene tiempo desde que el Matías Cruz hizo el proyecto. Este proyecto yo creo que el Matías lo tiene desde el 2004 o el 2005 por ahí, yo estaba empezando a hacer tele el año 2003 y creo que el año 2004 me debe haber llamado para este proyecto donde yo iba a ser Miguel Tapia, el Héctor Morales iba a ser Jorge González y el Eduardo Pacheco iba a ser Narea, pero se demoró mucho todo, entonces pasaron no sé, tres años, y ya uno no estaba para ponerse uniforme, porque la película iba sobre la prehistoria de Los Prisioneros, entonces no daba y Matías decidió hacerlo con actores más desconocidos, más chicos, que dieran más con el casting y nosotros lo apoyamos en eso, porque yo feliz lo hubiera hecho, pero por plata, por tiempo, por muchas cosas los proyectos en cine en general se demoran harto tiempo en realizarse, entonces ya se nos pasó la vieja (risas)
Con Julio Pino lanzaste el disco De Paseo el 2012, ¿cuáles son las proyecciones que tienes para este año con la banda?
La idea este año sería tocar, básicamente tocar, mostrar el disco, tocar en todas las partes que se pueda y darnos a conocer como banda, que la gente reconozca a la banda más que a uno, que conozca las canciones, lo que más queremos es tocar lo que más se pueda en todas partes.
Dentro de las telenovelas en las que has trabajado, hay una donde eras miembro de una banda, en esa banda estaba también el Mario Horton, ¿qué recuerdos tiene de esa época y esa banda?
Floribella era eso, yo era baterista de la banda, igual era chico y era entretenido también, no soy baterista pero hago un ritmito por lo menos, nos entreteníamos, pero era súper mula también, yo me reía, Mario Horton no había tomado una guitarra en su vida y era el guitarrista…
Ahora hace topless…
Sí (risas), ahora es vedetto, nada, yo me entretenía, yo tocaba ahí, pero no requería de gran despliegue escénico, sino más que nada hacer el mono nomás y todo eso, yo lo pasaba bien porque era entretenido estar en la batería, mientras teníamos que esperar agarraba el bajo y me quedaba ahí, era como chori tener elset armado, pero más allá de eso era el monito nomás.
Hace un rato mencionaste que de niño fuiste a los conciertos de Metallica y Guns ‘n’ Roses, ¿Qué música escuchas ahora?
Últimamente he estado más abierto a lo latino, a lo latinoamericano, las percusiones, distintos ritmos, ahora está bien de moda la cumbia y todo eso, pero hay cosas que van más allá de la cumbia, hay miles de ritmos que hay en Latinoamérica. Nuestro baterista era el percusionista de los Difuntos Correa, el percusionista nuestro era el baterista de los Pata ‘e Cumbia, el disco lo produjo el Nico Torres que es de Silvestre, entonces hay harta influencia como latina que a mí siempre me ha gustado. Siempre he sido fanático de Los Jaivas, Café Tacvba, ahora me llega, antes lo escuchaba, rico y todo, pero no llegaba a transportarlo a una canción, era siempre más Pop.
En el disco De Paseo se percibe esa influencia latinoamericana, hay un trabajo rico en percusiones…
Sí, está bueno porque nos tomamos más en serio esto de tener baterista y percusionista, creo que marca el sonido del grupo, o queremos que lo haga, y también fue un aporte del Nico Torres en recalcarlo. Parte del sonido de Julio Pino es este Pop con percusiones y elementos latinos.
¿Algún referente musical actual?
Últimamente le he estado poniendo oreja -hablando de Pop, porque yo soy Pop, digamos, para componer- a Juanes, que lo descubrí hace poco, últimamente me he puesto a escuchar y es rico lo que él hace, porque es como un Pop que tiene un saborcito, le he encontrado harta gracia, bueno por algo es reconocido mundialmente, es bien capo.
http://www.absentamusical.com
El consolidado amor de Juanita Ringeling y Matias Oviedo
Los actores comenzaron su romance hace casi tres años, tiempo en que comenzaron a grabar la serie bicentenario de TVN, “La tirana”, centrada en 1918, que narra la historia de un amor imposible en la época del salitre, pero que ellos se preocuparon de que en el siglo XXI esto si se hiciera realidad.
De acuerdo a amigos de la pareja, hoy son uno de los amores más consolidados dentro del mundo actoral. Y así se les ve en diversos eventos, siempre de la mano, como el de la semana pasada cuando asistieron a la inauguración de la tienda “H&M” del mal Costanera Center.
Por estos días, Matías se encuentra trabajando en las grabaciones de “Dos por uno”, la teleserie vespertina de TVN donde interpreta a “Pablo”, un mujeriego por doquier oriundo de Rancagua, que sufre con la llegada a Santiago de su abuela “Carlota”, Gloria Münchmeyer.
Mientras que Juanita Ringeling firmó contrato con Canal 13, para sumarse al elenco de “Soltera otra vez 2”, donde tendrá la misión de personificar a la mujer que llega a revolucionar la vida de “Monito” (Cristián Arriagada).
Terra.cl
Matías Oviedo y su banda Julio Pino muestran en vivo su tercer disco
El elenco de actores chilenos que además de su trabajo escénico mantienen carreras musicales paralelas tiene un nuevo antecedente con el recién lanzado disco de Julio Pino, la banda que lidera el actor Matías Oviedo y que esta noche tocará en vivo en el barrio Italia de la capital.
El grupo está integrado por Rolando Álvarez (teclados), Álvaro Zambrano (guitarra), Eduardo Silva (bajo), Matías Oviedo (voz y guitarra), Sergio Carlini (batería) y Felipe Hurtado (percusión), en ese orden en la foto, y ya cuenta con tres discos: "Julio Pino" (2009), "Idéntico al natural" (2010) y "De paseo" (2012), lanzado en diciembre pasado.
Previo a ese trabajo, Oviedo ya había sido parte de Bobo, otra banda integrada por actores y músicos, entre 2003 y 2007, período del cual datan sus primeras canciones para Julio Pino. Del reciente disco "De paseo" el grupo ya cuenta con el videoclip de la canción "Padelante" y su combinación de ritmos nortino y cumbiero como primer single.
El clip fue realizado por el director Álvaro Viguera y estrenado en noviembre pasado. Para su primer concierto de 2013, Julio Pino se presentará, en modalidad "íntimo-unplugged" según los organizadores, este miércoles 30 de enero a las 22.00 horas en el Teatro de la Aurora, de avenida Italia 1133, Providencia, Santiago, con boletos individuales en $3.500 y en $6.000 para las parejas.
Emol.com
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